viernes, 23 de octubre de 2020

Tolpis barbata

Hace semanas que perdieron la humedad y su esplendor; fueron de las primeras flores en colonizar los mantos verdes en el inicio de la primavera y ahora, que la misma primavera se muere otra vez, la Tolpis, característica en los terrenos baldíos y olvidados, ofrece otra belleza, quizá insignificante, parecida a la de las actrices desafortunadas que languidecen serenas y dignas.

A mí, que gusta mirar de frente, pocas veces sintomatizo la cobardía, aunque haga alarde del abatimiento en mis silencios. Momentos en los que me disperso, difuminado entre lo que me rodea.

Sin embargo, hay ocasiones en las que prefiero agachar la cabeza y mirar al suelo, porque sé que voy a encontrarme con un firmamento de estrellas secas. Igual son espectáculo pequeño. Pero para mí sólo y suficiente para detener el instante y de ese modo acoger toda su grandeza.

Gsús Bonilla (Cuaderno de campo. Junio 19/19) 

N 40º 12' 32.901'' / O 3º 55' 17.74''


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