YA NO ESPERAN NADA DE NOSOTROS
inmóviles
y heridos
con
grandes oquedades en sus troncos
horadados
por las mandíbulas exactas
de
algún insecto oportunista
o
por el sol
clavado
con violencia en sus tallos
igual
que espinas por la piel
los
hay que supuran humores y tinturas
que
fluyen como ríos
desde
su vientre de madera
hasta
la orilla de los pies
enfermos,
podridos, marchitados
se
van secando poco a poco
la
vida se les va, en busca de una muerte más tranquila
abandonando
este aire infecto
en
algún momento, no sabemos cuándo
decidieron
morir despacio y en silencio
hubo
un tiempo en el que olvidamos sus cuidados
o
quizá, los cuidamos demasiado
pues
presentan los restos de barbaries
las
faltas de cariño, de quienes dicen amarlos sin invierno
árboles,
que llevan más de medio siglo anclados a estas tierras
como
un tesoro, renunciado al fondo de la calle
aguardan
en medio del escarnio, testigos de otro mundo
en
el poema
si
tuvieran mi laringe ahondaría en sus gargantas
separaría,
cuerda a cuerda, la malla de su llanto
y
dejaría salir el grito
porque
gritan, yo les oigo
a
pesar de mi sordera
#PARQUESOUL
#Cuadernoalaintemperie2019 #GsúsBonilla
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